Secreto 1: Los datos van a seguir ahí y van a estar bien… salvo que hagamos alguna tontería
Como por ejemplo ir corriendo a ejecutar el chkdsk o el reparatodo 3000. He sabido de discos completamente perdidos porque a algún listillo se le ocurrió que el fdisk podía reparar estas cosas. Aunque no podamos acceder a ellos, los datos siguen en el disco. No existe el “fallo- general- que- borra- permanentemente- todos- los- datos- del- disco- de- un- plumazo”. Bueno, sí que existe, los martillazos o las apisonadoras pueden producir ese efecto, pero eso son otras situaciones que no vienen al caso.
En nuestro caso los síntomas sugieren claramente que hay algún problema de acceso al disco a bajo nivel. En otras palabras: sectores defectuosos. Se oye que el disco gira y que las cabezas se mueven, pero llegado un punto se queda como atascado haciendo un sonido repetitivo. No es problema de datos, como podría serlo una tabla de ficheros corrupta, así que cualquier intento de reparación a nivel lógico habiendo problemas físicos de por medio tiene todas las cartas para estropear de verdad la situación.
Secreto 2: El HDD-Regenerator hace magia en los discos duros
Y hablo completamente en serio. La primera vez que me petardeó el disco duro decidí darle una pasada con este programilla. Por lo que dicen los autores el HDD-Regenerator se basa en leer el disco a bajo nivel, ignorando el hardware y el formato, accediendo a la información magnética de cada sector físico y regenerándola sin tocar los datos. Funciona incluso en discos sin formatear. Tarda varias horas en procesar todo el disco, informando siempre de los sectores defectusos y corregidos.
Aquella primera vez que lo pasé no me informó de ningún fallo. Pero sorprendentemente el disco volvió a funcionar como nuevo. ¡Magia! Y cada vez que tenía el problema, pues una pasadita del HDD-Regenerator y todo fetén otra vez.
Esta vez fue diferente. Al pasar el HDD-Regenerator empezó a encontrar y reparar sectores erróneos a los 2Gb. Y no paraba. Uno tras otro. 300, 400, 500… Lo dejé horas, pero llegó un punto en que pareció quedar colgado (luz del disco apagada). Una segunda pasada superó los 3Gb, pero empezó a encontrar sectores malos a los 5 Gb. Lo mismo. Lo dejé toda la noche del sábado y el domingo por la mañana todavía estaba encontrando y reparando sectores. Lo detengo, reinicio, y una tercera pasada empieza a encontrar sectores erróneos directamente en el principio del disco!
“¡Vaya! Esto me va a llevar un poco más de tiempo de lo que pensaba!”
Secreto 3: Unas buenas prácticas muy simples pueden salvarte la vida.
El barco se hunde, sálvese quien pueda. Dicho de otra forma: damos el disco duro por perdido, hay que sacar a toda cosa el máximo de datos posible. Aquí es donde se ve realmente el valor de unas aparentemente inocentes decisiones tomadas con anterioridad:
Buena práctica 1: Las consabidas copias de seguridad. No voy a hablar sobre ellas porque ya lo sabe todo el mundo. En mi caso tengo copias a patadas. Pero están hechas irregularmente en el tiempo, con mucho espacio entre ellas, y en distintos formatos (disco duro, dvd, ghost, rar…).
La última copia completa es de hace más de un mes. Quiero tener los últimos datos al día, así que las copias serán el último recurso.
Buena práctica 2: Usar recursos on-line en lo posible, por ejemplo para el email. Opino que es tontería usar un Outlook o Thunderbird teniendo GMail. Por no hablar de Google Apps. Con Google Apps tienes el gmail, calendario, documentos, hojas de cálculo, etc. etc. usando tu propio nombre dominio en vez de google o gmail.
Precísamente la semana pasada había migrado todo el sistema de correo de Deejaysystem.com a Google Apps (por los pelos!), así que algo tan fundamental para mi trabajo como el email no se vio afectado: seguí recibiendo y enviando correos como si nada. Google Apps amortizado nada más activarlo, y eso que es gratis.
Y buena práctica 3: La que realmente me ha salvado el culo en esta ocasión: PARTICIONA TUS DISCOS DUROS. Usa las primeras particiones del disco para sistema y las siguientes para datos. La mayoría de los problemas de disco se dan en las primeras particiones Y en las particiones del sistema.
Mi disco duro tiene 4 particiones: 1-Sistema principal, 2-Sistema secundario, 3-Datos del trabajo, y 4-Datos no del trabajo. Tengo dos Windows independientes en sendas particiones del sistema. Los datos más importantes están en la tercera partición. La cuarta tiene datos menos importantes: música, videos, juegos…
Saco el disco duro del portátil (es la primera vez que lo hago), lo meto en una caja USB y lo conecto a mi Barebone. Objetivo principal: sacar la partición 3 con los datos del trabajo. Localizar unidad, seleccionar todo, copiar, y… … … … listo! Copia completada. Anda, qué fácil! Repito con la partición 4 con idéntico resultado. Cero complicaciones. Buena práctica 3 amortizada con creces.
Con la tranquilidad de haber sacado los datos críticos con éxito probamos suerte con las particiones del sistema a ver qué pasa. Oye, sería estupendo no tener que reinstalar el sistema. Además ahí está el escritorio y alguna que otra cosa que aún no se había pasado a las particiones de datos. Pero aquí aparecen los problemas: algunos ficheros no se pueden leer, el disco se traba. Sectores erróneos. Pruebo a pasar el HDD-Regenerator, pero por USB es exageradamente lento. Descartado.
“Mierda, pues yo quiero replicar el disco completo para poder dejar todo como estaba, sistema incluido”. Y a cabezón no me gana nadie.
Secreto 4: El hardware importa.
Descarto la caja USB y conecto directamente el disco duro al IDE usando un adaptador de mini-IDE a IDE normal. La idea es clonar el disco duro defectuoso usando el Ghost (versión 8, por supuesto), grabando la imágen a fichero, para luego restaurarlo en un disco duro nuevo. Pero claro, ésto es inviable habiendo sectores erróneos de por medio.
Con el disco directamente conectado al IDE del Barebone pruebo de nuevo a sacar los ficheros de datos que están en las particiones del sistema. Persisten los errores. Al final consigo copiar casi todos los los datos. Sólo me quedaron 3 ficheros por copiar debido a los errores, y éstos los recuperé de una copia de seguridad.
Aprovechando la conexión IDE se me ocurre probar con el HDD-Regenerator. Para mi sorpresa, hace la pasada correcta del tirón, ¡sólo deteniéndose alrededor del 25% para recuperar 5 sectores defectuosos! Y ya está? Disco duro recuperado?
…¡Pues parece que sí! Compruebo si ahora se puede acceder a los 3 ficheros que no había podido copiar antes. ¡Sí que se puede! Pero parece que se han traspapelado algunos bytes y aunque funcionan no están del todo correctos. Uno de los ficheros es una imágen en la que el color está trastocado de mitad para abajo, otro es un video que se ve pero tiene fallos en un par de frames, y el otro es un MP3 en el que suenan un par de ruidillos por el medio. Pero ésto no importa: lo realmente importante es que antes no se podía acceder físicamente a esos datos y ahora sí, aunque se hayan trastocado en la recuperación.
Procedo inmediatamente a clonar la unidad completa a fichero y el Ghost 8 se lo curró del tirón en una hora. Sin errores. Antes en mi portátil no fue posible recuperar lo que el Barebone permitió sin mayor problema. El hardware marcó la diferencia.
¡Objetivo conseguido! Disco duro recuperado completo
Los siguientes pasos son más o menos obvios: formatear un disco duro nuevo, restaurar la imagen del disco anterior (va con sus particiones y todo), restaurar los 3 ficheros que habían quedado trastocados, pasar un chkdsk (ahora sí) para verificar que está todo bien, introducir el nuevo disco en el portátil y arrancar.
Fuente: http://www.edy.es/blog
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